El gobierno de Estados Unidos confiscó el avión del líder venezolano Nicolás Maduro el lunes, alegando que su adquisición violó las sanciones impuestas por Washington, según confirmó el Departamento de Justicia. El avión, retenido en República Dominicana desde mayo, fue trasladado a Florida en medio de crecientes tensiones regionales tras los polémicos resultados electorales en Venezuela.
El gobierno de Maduro calificó el acto como “piratería” y denunció su carácter “ilegal”. El canciller venezolano, Yván Gil, expresó en Telegram que Venezuela condena ante la comunidad internacional esta “práctica criminal reincidente” por parte de las autoridades estadounidenses.
Según Estados Unidos, testaferros de Maduro utilizaron una empresa fantasma con sede en el Caribe para ocultar su participación en la compra del avión, valorado en 13 millones de dólares, a una empresa de Florida. La aeronave, un Dassault Falcon 900 registrado en San Marino, fue exportada de Estados Unidos a Venezuela en abril de 2023, en un intento por eludir una orden ejecutiva que prohíbe a los estadounidenses hacer negocios con el régimen de Maduro.
El avión, que Maduro utilizó para viajes internacionales, fue el mismo que trasladó a varios estadounidenses detenidos en Venezuela a la isla de Canouan en diciembre pasado, donde fueron intercambiados por Alex Saab, un aliado cercano de Maduro encarcelado en Estados Unidos por cargos de lavado de dinero.
En marzo, la aeronave voló a República Dominicana junto con otro avión venezolano, presuntamente para mantenimiento, pero nunca regresó. Estados Unidos, que ha sancionado a 55 aviones registrados en Venezuela pertenecientes a la estatal PDVSA, también ha ofrecido una recompensa de 15 millones de dólares por la captura de Maduro, quien enfrenta cargos federales de narcotráfico en Nueva York.
Crecientes tensiones entre Estados Unidos y Venezuela
La incautación del avión ocurre poco después de las disputadas elecciones presidenciales en Venezuela, en las que las autoridades electorales, leales al partido gobernante, declararon a Maduro como ganador sin proporcionar resultados detallados. Esta falta de transparencia ha sido condenada a nivel internacional.
Estados Unidos ha exigido al régimen de Caracas que presente pruebas del supuesto triunfo de Maduro, mientras que la oposición ha presentado actas que muestran una victoria clara del candidato Edmundo González Urrutia.
En abril, el gobierno de Biden reimpuso sanciones al sector petrolero venezolano tras considerar que Venezuela violó los acuerdos alcanzados en el Acuerdo de Barbados, al descalificar a la candidata opositora María Corina Machado y dificultar la inscripción de su sucesora designada, Corina Yoris. El Acuerdo de Barbados comprometía al gobierno venezolano a celebrar elecciones libres y justas.
Estados Unidos ha señalado un patrón de acoso y represión contra la oposición venezolana como una de las razones para reimponer las sanciones.