El Consejo Nacional Electoral anuncia el triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de Venezuela y la oposición rechaza los resultados
28 de julio de 2024
El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) anunció este domingo la reelección de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales, en medio de denuncias de fraude por parte de la oposición.
Seis horas después del cierre de los centros de votación y tras una espera tensa, Elvis Amoroso, presidente del CNE, declaró que con un 80% de las mesas escrutadas y una tendencia “contundente e irreversible”, Maduro fue reelecto para un tercer mandato con 5.150.092 votos, equivalentes al 51,20%.
El líder opositor Edmundo González obtuvo 4.445.978 votos, un 44,2%.
La oposición denunció irregularidades en una jornada con una alta participación, que se ubicó en el 59%, según el primer boletín del CNE, controlado por el oficialismo.
La jornada se desarrolló pacíficamente en casi todo el país, salvo en el estado Táchira, donde un hombre murió en un tiroteo contra un centro de votación, reportó la prensa local.
Sin embargo, la tensión creció una vez cerrados los colegios de votación, ya que pasaban las horas sin anunciarse los resultados de estos comicios cruciales, en los que la oposición esperaba poner fin a 25 años de chavismo.
Amoroso atribuyó el retraso a un ataque “terrorista” que demoró la transmisión de datos, lo que generó dudas ante las denuncias de la oposición.
Maduro se hizo eco de estos señalamientos.
“Venezuela sufrió un ataque esta noche. Un hackeo masivo. Ya sabemos de qué país viene. No lo diré. Ya la huella quedó. Un hackeo masivo al sistema de transmisión del Consejo Nacional Electoral porque los demonios no querían que se totalizara y se diera el boletín oficial”, afirmó el mandatario.
Amoroso anunció que solicitó a la Fiscalía una investigación.
El lunes, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, ofreció una rueda de prensa en la que reveló detalles del supuesto ataque.
Aseguró que, según “información clasificada” del gobierno, el ataque se originó en Macedonia del Norte con la intención de “adulterar las actas” y “manipular los datos que se estaban recibiendo en el CNE”.
Agregó que las autoridades neutralizaron el presunto hackeo y señaló a los opositores Léster Toledo y Leopoldo López como autores, además de involucrar a la líder opositora María Corina Machado.
La oposición cree que el anuncio del supuesto ataque informático es una mentira del régimen de Maduro y asegura que las máquinas que procesan los votos no tienen conexión con la red exterior.
Esta no es la primera vez que el CNE se demora en entregar los resultados de unos comicios, a pesar de que el sistema electoral venezolano está totalmente automatizado y, según los técnicos, permitiría ofrecer un resultado una hora después del cierre de los centros de votación.
Una situación similar se registró en las presidenciales de 2013, cuyos resultados fueron cuestionados por la oposición. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) está analizando ese caso.
Las primeras reacciones
La oposición puso en duda los resultados preliminares que dan la victoria a Maduro.
“Hay un nuevo presidente electo y es Edmundo González, y todo el mundo lo sabe”, dijo Maria Corina Machado, basándose en los datos del 40% de las actas en su poder.
González, quien hizo dupla política con Machado, la líder opositora inhabilitada para ejercer cargos públicos, afirmó que, según las actas de la oposición, obtuvo el 70% de los votos y ganó en todos los estados.
“Se han violado todas las normas. Nuestra lucha continúa”, apuntó González.
Maduro, por su parte, llamó a sus adversarios a acatar los resultados.
“Hay que respetar esta Constitución. Hay que respetar al árbitro y que nadie pretenda manchar esta jornada bella”, dijo el mandatario al celebrar el triunfo en el Palacio de Miraflores.
Pero no sólo la oposición venezolana expresó dudas. El presidente de Chile, Gabriel Boric, fue el primero en cuestionar los resultados.
“El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados”.
El canciller de Perú, Javier González Olaechea, condenó “en todos sus extremos la sumatoria de irregularidades con voluntad de fraude por parte del gobierno de Venezuela. El Perú no aceptará la violación de la voluntad popular del pueblo venezolano”.
Otros países de la región como Guatemala y Uruguay se unieron a las críticas. En cambio, desde Honduras y Cuba llegaron felicitaciones para Maduro.
Las cancillerías de nueve países de América Latina (Argentina, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay) habían pedido un “conteo de votos transparente”.
Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, afirmó: “Nos preocupa seriamente que el resultado anunciado no refleje la voluntad o los votos del pueblo venezolano”.
Las críticas internacionales fueron contestadas por el canciller de Venezuela, Yván Gil.
“Venezuela denuncia y alerta al mundo acerca de una operación de intervención en contra del proceso electoral, nuestro derecho a la libre autodeterminación y la soberanía de nuestra patria, de parte de un grupo de gobiernos y poderes extranjeros”.
Antes de la publicación de resultados, Omar Barboza, representante de la oposición, advirtió: “Lo que nos han dicho muchos representantes de los países latinoamericanos y europeos (…) es que ellos tampoco reconocerán un resultado que no esté avalado por las actas”.
Denuncias cruzadas
Desde 2013, la oposición no veía tantas posibilidades de derrotar al chavismo, a pesar de las denuncias de que el proceso no fue justo ni transparente.
Ejemplos de esto incluyen la inhabilitación de Machado, la ausencia de observadores internacionales reconocidos como la OEA o la Unión Europea (UE), y los obstáculos impuestos para que los venezolanos en el exterior pudieran votar.
Durante la jornada también se registraron algunas irregularidades como la difusión de encuestas a boca de urna (exit polls) de dudoso origen por parte de medios y funcionarios estatales, a pesar de que el fiscal general, Tarek William Saab, había amenazado con procesar a quienes se adelantaran al árbitro.
Maduro esperaba que el desgaste de la crisis no impidiera un nuevo triunfo del chavismo. Y para impulsar las votaciones, se celebraron en una fecha emblemática para el oficialismo: el natalicio de Hugo Chávez.
El presidente atribuye los problemas del país a las sanciones internacionales lideradas por Estados Unidos, aunque las dificultades comenzaron mucho antes.
“Hay una batalla entre el bien y el mal, los que odian y quieren venganza y los que amamos y queremos a Venezuela. Hemos pasado todas las tempestades y queremos avanzar en armonía para que cada quien siga con su emprendimiento y continuar con el trabajo para nuestra recuperación económica”, dijo Maduro este domingo al votar.
El papel clave del CNE
El CNE es el órgano encargado de organizar los comicios y anunciar los resultados oficiales, pero su papel ha sido cuestionado por la oposición, que denunció no haber recibido todas las actas de los escrutinios.
La directiva del organismo está compuesta por cinco integrantes nombrados en agosto de 2023: Elvis Amoroso, Rosalba Gil, Carlos Quintero, Aime Nogal y Juan Delpino.
Los tres primeros son considerados representantes del oficialismo y los dos últimos de la oposición.
Dado el pasado de Amoroso como parlamentario del oficialista PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) y su rol en la inhabilitación de María Corina Machado, algunos líderes opositores cuestionaron su designación como una provocación destinada a promover la abstención.
A mediados de junio, el rector Juan Delpino denunció que Amoroso había estado tomando decisiones unilaterales desde marzo sin convocar al resto de los rectores. Amoroso rechazó estos señalamientos como infundados.
Precisamente, Delpino no estuvo presente al anunciarse los primeros resultados.
Ante el retraso en la publicación de resultados, la oposición temía que el CNE pudiera actuar en favor del oficialismo.
Análisis: un resultado controvertido y disputado
Norberto Paredes, enviado especial de BBC Mundo a Venezuela
Ya pasada la medianoche en Venezuela, la expectativa para conocer los resultados estaba en su punto máximo.
Las declaraciones del CNE acabaron con esa expectativa, pero no así con la incertidumbre sobre lo que pasará en Venezuela en las horas y días posteriores a este controvertido anuncio.
El oficialismo siempre se mostró victorioso. Durante toda la jornada electoral y, especialmente después del cierre de las mesas de votación, varios líderes del chavismo insinuaban que ya habían ganado.
Las celebraciones en el Palacio de Miraflores comenzaron al caer la noche, poco después del cierre de las mesas. Al ritmo de salsa y reguetón, muchos seguidores de Maduro bailaban y cantaban victoria.
Pero en los centros de votación de Caracas, una victoria chavista nunca fue tan evidente.
En el Liceo Andrés Bello, uno de los centros de votación más grandes de la capital, una señora