La Neurociencia y el manejo de las emociones: una mirada hacia la regulación emocional

¿Cómo se manejan las emociones y cómo se desencadenan desde la mirada de la neurociencia? En relación a esta pregunta, se llevó adelante la charla “Dime cómo regulas tus emociones y te diré quién eres”, brindada por la neuróloga infantil Lorena Llobenes en el evento Experiencia IDEA Management.

Llobenes, experta en neurología infantil, indagó en la importancia de las emociones y cómo estas surgen, así como nuestras reacciones ante diversas amenazas. Según la neuróloga, existen tres principales motivaciones relacionadas entre el sistema nervioso y el cerebro.

El primer sistema es el de defensa, que funciona como un algoritmo que necesita un estímulo para desencadenar un patrón de respuesta y protección. Este sistema nos permite detectar amenazas y tomar medidas para protegernos. La experta señala que las amenazas pueden ser tanto físicas como psicológicas, incluso imaginarias, y generan emociones como el miedo, el enojo, la vergüenza y el asco.

El segundo sistema es el de búsqueda y recompensa, necesario para buscar recursos vitales como alimento, refugio y reproducción. Aquí, las emociones suelen ser positivas, impulsándonos a buscar aquello que consideramos valioso o importante.

Por último, Llobenes menciona el sistema de cuidado y seguridad, el cual está relacionado con el descanso, la digestión, la restauración, la reparación y el crecimiento. Este sistema promueve los vínculos seguros y confiables, generando hormonas como la oxitocina y la endorfina, y contribuye a la salud física y mental.

Es importante destacar que el equilibrio entre estos sistemas motivacionales es fundamental para el bienestar. El estrés crónico puede desencadenarse cuando se presiona constantemente el sistema de defensa, generando una liberación excesiva de adrenalina y cortisol. Esto puede tener efectos negativos en la salud física y mental, debilitando funciones cognitivas superiores como el razonamiento lógico, la cognición social y la empatía.

Para lograr un equilibrio saludable, la mente puede entrenarse al igual que el cuerpo. La neurociencia contemplativa ofrece ejercicios que estimulan la neuroplasticidad en diferentes áreas cerebrales, brindando la oportunidad de entrenar nuestra capacidad de regulación emocional.

La compasión juega un papel crucial en este proceso. Llobenes resalta la importancia de cultivar la compasión en nosotros mismos, en nuestras relaciones, en las organizaciones y en el mundo. La empatía es fundamental, pero no es suficiente. La compasión implica empatía en acción, ponerse en el lugar del otro y actuar de manera compasiva.

En resumen, entender cómo se manejan las emociones desde la neurociencia nos brinda herramientas para regular nuestras respuestas emocionales. Al equilibrar los sistemas motivacionales, entrenar nuestra mente y cultivar la compasión, podemos alcanzar un mayor bienestar emocional en nuestra vida diaria.

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