Unos 750 mil empleados federales serán suspendidos mientras la Casa Blanca y el Congreso no logran consenso
Estados Unidos entró este martes en un cierre de gobierno luego de que el presidente Donald Trump y el Congreso no alcanzaron un acuerdo para extender el financiamiento federal.
La propuesta republicana que buscaba mantener operativos los servicios hasta el 21 de noviembre no consiguió los votos necesarios, lo que activa la suspensión de programas y oficinas gubernamentales a partir de la medianoche.
Impacto inmediato del cierre
Se estima que alrededor de 750 mil empleados federales serán suspendidos sin goce de sueldo, con la posibilidad de que algunos sean despedidos.
“No queremos que cierre”, declaró Donald Trump horas antes de que venciera el plazo.
Diversas oficinas gubernamentales cerrarán —algunas de forma permanente— mientras que servicios de educación, medio ambiente y programas sociales quedarán en pausa.
Trump advirtió que su gobierno avanzará con “medidas irreversibles” y con su agenda de deportaciones aceleradas, incluso en medio de la crisis presupuestaria.
Consecuencias políticas y económicas
El mandatario, quien sostuvo reuniones privadas con la cúpula legislativa en los últimos días, no logró generar consenso entre demócratas y republicanos.
“Haremos cosas que son irreversibles, que son malas”, advirtió Trump al referirse a las consecuencias del cierre.
Este es el tercer cierre de gobierno bajo Trump, y el primero desde su regreso a la Casa Blanca, lo que refleja el fuerte nivel de división política en torno a las prioridades presupuestarias.
“La división política premia las posturas de línea dura en lugar de compromisos”, señalaron analistas en Washington.
Las repercusiones económicas se prevé que afecten a nivel nacional, generando incertidumbre en mercados, agencias federales y programas sociales.