El exmandatario Donald Trump compareció este martes ante un tribunal federal en Miami, enfrentando un total de 37 cargos relacionados con los controvertidos papeles de Mar-a-Lago. Estos cargos incluyen retención intencionada de información de defensa nacional, ocultar documentos a investigaciones federales, falsedad y conspiración para obstruir la justicia con uno de sus empleados. Esta es la primera vez que un expresidente de Estados Unidos se enfrenta a delitos federales, siendo un total de siete en este caso.
Trump llegó a los juzgados con una considerable anticipación y fue arrestado al llegar. Después de la lectura de los cargos, a través de su abogado, se declaró inocente. Es importante destacar que esta es la segunda vez en poco más de dos meses que el exmandatario republicano debe comparecer ante un juez. La primera vez fue a principios de abril en Nueva York, por su involucramiento en un pago secreto de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels, con el fin de mantener en silencio una relación extramatrimonial.
Sin perder tiempo, Donald Trump, tras salir de la corte federal de Miami, se dirigió al famoso restaurante Versailles en la Pequeña Habana. Este lugar icónico para el exilio cubano es una parada obligatoria para cualquier político republicano que desee hacer campaña en el sur de Florida. Allí, Trump fue recibido por decenas de seguidores, saludándolos efusivamente y tomándose fotografías con ellos. En un momento, incluso expresó: “¡Comida para todos!”.
Durante breves declaraciones a los medios, Trump lamentó el estado de Estados Unidos, describiéndolo como un país en decadencia como nunca antes. Hizo hincapié en la corrupción, la falta de fronteras y los numerosos problemas que, según él, aquejan al país. Además, reiteró su creencia de que se está utilizando la justicia de manera política en su contra, con el objetivo de sacarlo de la carrera hacia la Casa Blanca.