Rusia critica el G7 por promover divisiones y decisiones politizadas en la cumbre de Hiroshima

El Ministerio de Exteriores de Rusia ha denunciado enérgicamente el deterioro del formato del G7, destacando que la reciente cumbre celebrada en Hiroshima ha evidenciado la promoción de decisiones politizadas y líneas divisorias en la arena internacional. Según Rusia, este grupo ha experimentado una degradación irreversible y se ha convertido en una incubadora de iniciativas destructivas que amenazan la estabilidad global. Estas declaraciones reflejan la creciente tensión entre Rusia y las naciones occidentales representadas en el G7.

El Ministerio de Exteriores ruso ha afirmado que el G7, en lugar de coordinar posiciones internacionales, ha sido dominado por los intereses anglosajones y se ha convertido en un foro donde se promueven iniciativas dañinas para el orden global. Las declaraciones emitidas durante la cumbre han sido fuertemente antirrusas y antichinas, resaltando la división y polarización entre las naciones participantes. Estas posturas políticas han llevado a Rusia a considerar las decisiones del G7 como políticamente motivadas y perjudiciales para las relaciones internacionales.

Rusia ha cuestionado las pretensiones del G7 de garantizar la estabilidad financiera y económica, argumentando que este grupo no ha presentado propuestas creativas o soluciones concretas en estos ámbitos. Además, Moscú ha responsabilizado al G7 de la crisis alimentaria y energética mundial debido a su uso excesivo de sanciones, así como de socavar los principios fundamentales de la economía de mercado global y el derecho internacional. Estas críticas resaltan la preocupación de Rusia por las políticas unilaterales y la falta de cooperación efectiva entre los países del G7.

Según el comunicado, el G7 se ha vuelto obsesivo en su confrontación con Rusia, convirtiéndose en el centro de las sanciones y otros elementos de la llamada “guerra híbrida” contra Moscú. La diplomacia rusa ha denunciado que la cumbre se ha utilizado como una plataforma propagandística para promover la agenda antirrusa, incluso invitando al líder del régimen ucraniano controlado por Occidente. Estas acciones han llevado a Rusia a concluir que el G7 se ha convertido en un instrumento utilizado para perpetuar divisiones y hostilidades.

Crítica a los valores democráticos y el orden mundial: El Ministerio de Exteriores ruso ha condenado la actitud de las naciones del G7, que se presentan como defensores de los valores democráticos, a pesar de ser antiguas potencias coloniales o invasoras. Rusia ha destacado que las reglas y los valores promovidos por el G7 son más bien una ideología propia y sirven a intereses privados en lugar de los intereses comunes de la comunidad internacional.

Además, se critica el enfoque del G7 en imponer su “orden basado en reglas” a otros países, utilizando medidas coercitivas, chantaje y amenazas, así como la interferencia militar cuando les conviene. La diplomacia rusa concluye enfatizando que las acciones destructivas del G7 son una burla a la historia y al sentido común, y confía en que la mayoría de la comunidad internacional comparta su visión crítica hacia este grupo.

La postura de Rusia pone de manifiesto la creciente tensión entre este país y las naciones occidentales representadas en el G7. Esta cumbre en Hiroshima ha evidenciado las diferencias políticas y la falta de consenso en temas clave de la agenda internacional. A medida que el G7 continúa desempeñando un papel importante en la toma de decisiones mundiales, será crucial encontrar vías de diálogo y cooperación para abordar los desafíos globales de manera efectiva.

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