La drástica caída en las exportaciones de crudo mexicano a EE. UU. refleja un giro estratégico de Pemex hacia la autosuficiencia energética.
Las importaciones semanales de crudo mexicano a Estados Unidos alcanzaron su nivel más bajo registrado durante la primera semana de abril. Este descenso, según datos de la Administración de Información de Energía de EE. UU., se sitúa en 209,000 barriles diarios (bpd), frente al promedio de 733,000 bpd registrado en 2023.
Esta caída marca un mínimo histórico desde la última semana de 2021, cuando las importaciones alcanzaron los 226,000 bpd.
Esta reducción drástica coincide con la decisión de Pemex de disminuir sus exportaciones para abastecer a sus propias refinerías. La petrolera estatal mexicana solicitó cancelar hasta 436,000 bpd de exportaciones para abril y al menos 330,000 bpd para mayo.
Este movimiento responde a la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador de disminuir las importaciones de gasolina y diésel, especialmente con la puesta en marcha de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco.
La refinería de Dos Bocas, aunque ha experimentado retrasos y sobrecostos, es parte fundamental de la estrategia de autarquía energética del gobierno mexicano. Esta decisión también afecta al emblemático crudo Maya, reduciendo su envío en 122,000 bpd.
La priorización de suministros hacia las refinerías implica un cambio significativo en la dinámica del mercado petrolero regional y plantea interrogantes sobre las futuras políticas energéticas de México.
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