Las remesas hacia México alcanzaron un nivel histórico en octubre, totalizando 5,811.5 millones de dólares, cifra no registrada desde que el Banco de México comenzó sus registros en 1995. A pesar de este aumento del 8.4% con respecto al mismo mes del año anterior, la tasa de crecimiento anual fue menor que la registrada en septiembre, que fue del 11.31%.
Sin embargo, el análisis financiero de Base revela que, al convertir estas remesas a pesos y ajustar por inflación, el flujo de remesas en octubre fue un 5.3% menor en comparación con el mismo mes del año pasado. Esto se debe a la apreciación del peso mexicano en un 9.52% y una inflación anual del 4.26% entre octubre de 2022 y octubre de 2023.
Este fenómeno ha llevado a una caída sostenida del poder adquisitivo de las remesas durante los últimos doce meses. Según las proyecciones de Base, esta tendencia continuará hasta diciembre de 2023, marcando 14 meses consecutivos de disminución anual del poder adquisitivo, algo que no se observaba en los registros históricos.
Se anticipa que la contracción del poder adquisitivo de las remesas en 2023 será del 8.4% en comparación con 2022, siendo la primera vez desde 2013 y la mayor desde 2010. No obstante, se proyecta un cambio de tendencia a partir de enero de 2024, con un crecimiento del poder adquisitivo del 6.9%, basándose en un aumento del 8% en los envíos en dólares, una inflación anual del 3.5% y un tipo de cambio de 18.33 pesos por dólar.
En un panorama regional, Guatemala se destaca como el país con el mejor desempeño en recepción de remesas en 2023, según proyecciones de BBVA México. Se espera que los flujos hacia Guatemala crezcan un 10.9% en comparación con el año anterior, alcanzando los 20,000 millones de dólares, mientras que México se posiciona en segundo lugar con un crecimiento estimado del 9%, llegando a los 63,800 millones de dólares. Colombia y Honduras se ubican en tercer lugar, anticipando un aumento del 7.1% con montos de 10,100 millones de dólares y 9,300 millones de dólares, respectivamente.