Más del 70% de los migrantes deportados por Estados Unidos tienen la intención de buscar una oportunidad en Monterrey, según las previsiones de un activista. El estado de Nuevo León se verá enfrentado a un desafío significativo debido a las deportaciones de migrantes que llegan a Estados Unidos a través de la frontera de Eagle Pass. Según Alberto Xicotencatl Carrasco, director de la Casa del Migrante de Saltillo, la mayoría de estas personas buscará oportunidades en Nuevo León debido a su desarrollo industrial.
El Gobierno de Nuevo León tendrá que lidiar con esta situación, ya que se espera que una gran cantidad de migrantes deportados se dirijan a este estado después de no poder ingresar a Estados Unidos. Según Xicotencatl Carrasco, “más del 70% de las personas que saben que no podrán ingresar a Estados Unidos intentarán suerte en Monterrey”. El reto inicial será para Coahuila, donde comenzarán las deportaciones, pero luego será para Nuevo León, que recibirá la mayoría de aquellos que no regresen a sus países de origen.
La creencia de que Monterrey ofrece oportunidades de empleo adecuadas es un factor que atrae a estos migrantes. Xicotencatl Carrasco señaló que esto representa un desafío para ambos estados. Actualmente, se está llevando a cabo un proceso de identificación de candidatos para el asilo y aquellos que no califiquen serán regresados a México, lo que afectará a más del 90% de los migrantes.
Es importante destacar que ingresar a Estados Unidos no garantiza la regularización o la posibilidad de quedarse en el país. Los migrantes son ubicados en el lado estadounidense bajo un puente, y luego se inician procesos para revisar caso por caso y determinar cuántas solicitudes de asilo serán aceptadas y cuántos serán deportados a sus países de origen o a México.
Debido a la ola de migrantes que llegan a través de la frontera de Eagle Pass, se ha declarado una emergencia migratoria en ese lugar. La situación también se ha vuelto complicada en el centro y norte del estado de Coahuila, donde alrededor de mil personas llegan diariamente a Piedras Negras, incluyendo familias, niños, adolescentes y niños, una población vulnerable según el activista.