Encuentro bilateral deja progresos diplomáticos, pero la paz sigue pendiente entre Estados Unidos y Rusia
Cumbre histórica en Alaska
Tras tres horas de diálogo en la base de la Fuerza Aérea Elmendorf-Richardson en Anchorage, la esperada reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin terminó sin un acuerdo formal sobre la guerra en Ucrania.
“Tuvimos una reunión extremadamente productiva”, declaró Trump, enfatizando que aunque se lograron avances, “no hay acuerdo hasta que haya un acuerdo”.
El mandatario estadounidense anunció que informará a la OTAN y al gobierno ucraniano sobre los resultados del encuentro, aunque Volodymyr Zelensky no fue invitado.
Posiciones de ambos líderes
Durante la comparecencia conjunta, Putin afirmó estar “sinceramente interesado” en poner fin al conflicto, pero reiteró que aún es necesario abordar las “causas fundamentales” que, según Moscú, justifican su intervención.
“No lo logramos”, dijo Trump, dejando claro que las conversaciones avanzaron pero no concluyeron con compromisos concretos.
El encuentro fue el primer cara a cara entre ambos desde junio de 2019, en la cumbre del G20 en Osaka, y contó con la presencia de asesores de ambos lados: Marco Rubio y Steve Witkoff por Estados Unidos, y Serguéi Lavrov y Yuri Ushakov por Rusia.
Integridad territorial de Ucrania en juego
Uno de los puntos clave del diálogo fue la integridad territorial de Ucrania. Tras la invasión rusa de 2022, Moscú controla aproximadamente el 20 % del territorio ucraniano, tras haber perdido parte de los avances iniciales.
La mención de posibles intercambios territoriales por parte de Trump generó preocupación en Kyiv y Europa, debido a la falta de claridad sobre los términos y la soberanía de las regiones en disputa.
“A Rusia le encantaría ampliar su control sobre Lugansk y Donetsk, pero eso implicaría renunciar a áreas defendidas por decenas de miles de soldados ucranianos”, agregó un experto en seguridad internacional.
